Me gusta la idea de que entremos en una exposición con una pregunta “ Que hace esto aquí?” tal vez porque lo cuadros que más me fascinan son los que más preguntas plantean, quizás por esa idea de diálogo con el artista y con su obra. Y sin duda porque en el Museo Lázaro Galdiano nos muestran una propuesta muy original ( escasas son en nuestro país) y lo ha hecho de manera muy bella.
A veces el arte moderno , cito a Katherine Kuh “nos produce una sensación desconcertante “nos enfrenta con amargura hacia la extrañeza, la falta de criterios para valorarlo, pero no siempre hay que ir tan allá, el arte es más simple tal vez… recuerdo que el profesor Cruz Valdovinos ( Velázquez, interpretaciones ) nos invitaba a profundizar en el conocimiento de ciertas obras y a “sentirlas”.Las Meninas se sienten, cada vez que estoy delante de ellas veo algo nuevo, siento algo nuevo. El año pasado tuvimos la oportunidad de verlas dialogar con Las hijas de Edward Darley Boit, 1919 Sargent MFA ( personalmente fue una experiencia verdaderamente regocijante).Muchos han sido los artistas que han bebido de ésta fuente para inspirar parte de su obra. Hace apenas unos días mi colega Marta Laurent y yo discutíamos ciertos detalles del cuadro con los que ella trabajaba para explicar el Museo Picasso de Barcelona.
Uno de los aspectos más interesantes de la exhibición del MLG es ver las obras contemporáneas junto a las fuentes que las han inspirado o con aquellas que nos gustaría que dialogaran, cada una con su propio discurso y sentirlas.
En el interior del museo es difícil no fascinarse ante las obras clásicas ( Las Meditaciones de San Juan Bautista del Bosco, Antonio Moro, Lucas Cranach, El Salvador Adolescente, Madrazo, Goya…) y os aseguro que os quedareis prendados de algunas obras de artistas contemporáneos geniales y polémicos a partes iguales.
El resultado es la magia de la pintura.
